martes, 22 de junio de 2010

domingo, 20 de junio de 2010

pueblo mapuche

Origen de los mapuches



El origen de los mapuche no se conoce con mucha certeza; pero la teoría más cercana al origen de esta tribu indigena es que los mapuche habrían sido originarios del actual territorio chileno y que a través de un largo proceso de migración, se habrían introducido como un grupo étnico y cultural foráneo entre los picunche y los huilliche, instalándose definitivamente entre los ríos Bío-Bío y Toltén de Chile. Sin embargo, hoy nuevamente está teoría esta siendo objeto de revisiones y discusiones; razón por la cual actualmente los historiadores y arqueólogos aún no han llegado a un consenso sobre este tema.






Vivienda mapuche





La habitación de los mapuches, llamada ruca, en su lengua, era de paja y de barro, de forma redonda con techo cónico o rectangular con techos de dos aguas. El menaje era bien pobre, dormían en pieles y se sentaban en troncos o piedras. En el centro de la vivienda ardía constantemente una fogata. El fuego se lo procuraban mediante la frotación de dos palos preparados para el objeto. A este primitivo encendedor le llamaron repu.
Los mapuches no tenían ciudades; vivían en agrupaciones o reducciones regionales constituidas por varias tribus. Cada tribu estaba formada por familias de una sola estirpe y obedecían a un ulmen o cacique, que generalmente era el más viejo o el más valiente.
Solamente en tiempo de guerra reconocían la autoridad suprema de un jefe guerrero, llamado toqui.






Artesania mapuche





La artesanía mapuche ha alcanzado un gran renombre, principalmente por los trabajos en plata y tejidos, materiales con los que además fabrican sus vestimentas y atavíos. También construyen sus propios instrumentos musicales, como el kultrún, y la trutruca, que despliegan sonidos únicos y característicos. Algunas de las artesanías mapuches son:


Fuentes y cucharas de madera:
El tallado en madera es una de las manifestaciones artesanales con mucha tradición en la zona mapuche. Hoy se sigue trabajando con el hacha y azuela desbastando y tallando la madera pero creando nuevos productos, algunos de tipo utilitarios como platos, cucharas y cucharones, fuentes, bandejas etc. y otros en que el uso se complementa con la decoración inventando las fuentes gallinas, patos etc.




Vestimenta mapuche







Originariamente, el hombre usaba vestidos de cuero de animal, pero luego, producto de la domesticacion de los animales del lugar,vicuñas y guanacos, la vestimenta mapuche se creo alrededor de prendas tejidas. Las mujeres eran a quienes se les asignaba el trabajo del telar, quienes ejercian la tarea de hilar lana en todo momento. El hilado se efectuaba con un kulio (huso), telar vertical para las prendas de mayor tamaño como mantas, ponchos y cobertores.

El vestido topico masculino era el chiripa, un pantalon formado por un rectangulo cuyos extremos se pasaban por las piernas, sosteniendose a la cintura. otra prenda tradicional era el chamal, una tunica corta sin mangas. Coronaban estas prendas un poncho tejido y largo.

La mujer vestia con una tunica recta, y hasta los tobillos denominado kepan, con una serie de graficos tejidos que determinaban el estatus de la dama.

En relacion con los ornamentos, importantes joyas de plata eran usadas por las mujeres, quienes tenian el habito de llevarlas cotidianamente. Adornos para el cuello, collares, alfileres para la cabeza, prendedores,etc, constituian la moda usual de las mujeres mapuches.
Su moda tambien recibio influencia de la cultura incaica y picunche del Peru, de quienes tomaron el uso de enormes aros labrados.





Actualmente, los mapuches tienen una vestimenta similar a la descripta pero mas simplificada, sumandole en el caso de las mujeres, amplias polleras de diversos colores y diferenres diseños. En el caso de los hombres, el vestido tipico se fue abandonando, reemplazandose por una vestimenta normal de campesino, respetando del tradicional, el poncho tejido y agregandole el sombrero de paño.






Instrumentos mapuches







CULTRUN: es el tambor de los araucanos. Su área comprende sólo la zona de influencia mapuche. Se ahueca un tronco de árbol hasta darle a la caja de resonancia la forma de un cono abierto o cóncavo con base plana. En el sur de Argentina se fabrica la caja con la mitad de una calabaza. Mide aproximadamente entre 35 a 40 centímetros de diámetro, una altura de 12 a15 centímetros y una base de aproximadamente 15 centímetros a la cual se adhiere un parche de cuero de vacuno o caballo que se tensa mediante un tejido adosado a la caja.


TRUTRUCA: La Trutruca (Trutruka, en Argentina), es de las familias de las trompas. Mide desde un metro cincuenta hasta 3 ó 4 metros de longitud. Consta de dos partes principales: el cuerpo y la bocina. El cuerpo está formado por un coligüe ahuecado, con un corte oblícuo en un extremo. En el otro extremo se le fija un cacho de vacuno, asegurado con fibras vegetales o hilos de tripas de animales. El cuerpo va forrado totalmente en tripa de caballo bien estirada para evitar algún escape de aire del interior al ejecutarse el instrumento. El sonido que produce es estridente y grave, con escasas variaciones tonales. Se usa en las ceremonias para pedir ayuda o lluvias (guillatún).

TROMPE: Idiófono araucano tradicional, con plena vigencia. Tiene forma de una llave hecha de acero con un alambre en el aire. La parte exterior forma la pieza y la central es la lengüeta, que va doblada hacia arriba para poder pulsarla.

CASCAHUILLA: Instrumento típico araucano, vigente en el área mapuche. Se usa como acompañamiento cuando se toca el cultrún en las ceremonias religiosas. Es una cinta o cuero al que van unidos unos cascabeles, atándose a la mano que percute el cultrún.


PIFILCA: Pito araucano con sonido. Es de madera, de forma cilíndrica, achatada en su extremo superior donde va la embocadura. Lleva un agujero longitudinal, pero sin traspasar el fondo.






Música mapuche





El clima inhóspito, la lucha para sobrevivir en una tierra cubierta durante meses por la nieve le dan a la música mapuche un carácter lastimero donde la pasión es cruel y desesperanzada. La pasión no puede expresarse ni siquiera a través del llanto o del amor. De allí la sencillez de sus instrumentos musicales y que la música araucana sea queja y angustia.

Utilizaban varios instrumentos musicales: cultrún, trutruca, pifilca, ñorquin, quinquer-cahue o violín araucano.



El canto sagrado del viento

Allá en las tierras del sur americano donde la realidad es mito y leyenda de antigua estirpe, los más viejos entre los viejos afirman que el padre - creador de la música es el viento. Y no les faltan razones, porque es cierto que allá curruf (viento) sopla su flauta en los pajonales, se vuelve trompeta en los remolinos, redobla como timbal, entre las piedras y el agua, y es manso violín en los cañadones largos y protegidos...

Dicen que en la lengua araucana no existe una palabra para designar la música. No hace falta. Los instrumentos musicales hablan por sí solos de su presencia en el pueblo y su cultura... ¿Cómo negarla cuando suenan el quinquercahue o la pifilca? Y aunque todavía no hubiera ritmos indígenas ni instrumentos, el viento-músico sí existiría, y seguiría dando notas para sus legendarios taieles...







Religion mapuche







La mitología y las creencias del pueblo mapuche se refieren al mundo y criaturas nacidas de las extensivas y antiguas creencias religiosas, junto a una serie de leyendas y mitos que son propios y comunes a los diferentes grupos que componen a la etnia Mapuche.

La visión religiosa del pueblo mapuche se basaba en la existencia de un mundo poblado de espíritus y dioses. Sin embargo, este politeísmo se resumía bajo la existencia de un ser todopoderoso, creador de todas las especies vivas, llamado Pillán o Neguechén, quien habitaba en las alturas celestiales y tenía la facultad de conceder la vida y la muerte. A esta deidad se asociaban manifestaciones de la naturaleza, como los truenos, el fuego, las erupciones volcánicas y los sismos.

Asimismo, practicaban el culto a los tótemes, entre los que se puede mencionar el cielo (huenu), el sol (antü), el mar (lavquen), el río (lenfu), la piedra (cura) y el agua (co). Cada tribu invocaba a su totem respectivo, cuyo nombre era utilizado en los apellidos y del cual descendía de acuerdo a la alianza entre el Pillán y el tótem.

Cuando fallecía un mapuche, su cadáver era ahumado, para conservarlo y velarlo durante varios días. El pesar provocado por la muerte era demostrado con gran dolor, y cuando el nombre del difunto ya no era pronunciado, se lo enterraba vestido con sus mejores ropas y provisto de alimentos, chicha, adornos y armas. Luego de cubrir el cuerpo con tierra, los familiares consultaban al adivino o dunguve, para identificar quién era el responsable de la muerte y así cobrar venganza. Si no eran compensados satisfactoriamente, atacaban al presunto culpable con el fin de matarlo.






Rasgos fisicos de los mapuches





Se estima que la población mapuche alcanzaba a algo más de un millón de habitantes hacia 1541, fecha de la fundación de Santiago. Si bien eran —como ahora— gente de un raza de poca estatura, los cronistas señalan que en general no eran más bajos que la mayoría de los conquistadores españoles y en cambio eran más altos que los indígenas del Perú. Asimismo, su tez era considerablemente más pálida.

Es célebre la descripción que hace Alonso de Ercilla y Zúñiga sobre los varones mapuches de la región del Bío Bío:



“Son de gestos robustos, desbarbados,

bien formados los cuerpos y crecidos,

espaldas grandes, pechos levantados,

recios miembros de nervios bien fornidos;

ágiles, desenvueltos, atrevidos,

duros en el trabajo, sufridores

de fríos mortales, hambres y calores”.





Utensilios de los mapuches





Con madera hacían platos, ralladores para manzanas, tazas, cucharas, cucharones, recipientes para preparar los alimentos y morteros. También hacían camas, bancos y telares.

Pero no todo era de madera ya que, además, los mapuches sabían trabajar la arcilla cocida. Con éste material hacían jarras de diferentes tamaños, ollas, pipas y figuras que eran, por los general muñecos que utilizaban en sus ceremonias religiosas.

Ya sabemos que los mapuches sabían tejer muy bien con el telar.

Con lana tejida hacían matras, ponchos, fajas, matrones y colchas para las camas, así como tejían alfombras y cojinillos para usar en el caballo.

Con cortezas y raíces de diferentes plantas preparaban los tintes para teñir las lanas, aunque algunas veces obtenían éstos tintes del comercio europeo.

Además, trabajaban con otros elementos como metales, cueros, cañas, piedras, etc.

Con cañas y cueros hacían raquetas para caminar en la nieve y las cunas para los bebés. Con caña y piedra armaban los distintos huesos para tejer en los telares.

Con plata, sobre todo, hicieron adornos muy bellos: binchas, pectorales, collares, aros y prendedores. Estos trabajos incluían variadas técnicas para fundir el metal, para cincelarlo, calarlo, perforarlo y soldarlo.

Así mismo fabricaban lanzas, boleadoras de varios tipos, hondas y cuchillos. A estas armas, que usaban tanto para la caza como para algún enfrentamiento con otro pueblo agregaron, luego del comercio con los “blancos”, algunos fusiles.







Agricultura mapuche





Los ambientes en los que se desenvolvió la cultura mapuche en Chile, permitieron el desarrollo de una agricultura en pequeña escala con cultivos de maíz, papa, quinoa, y ají entre otros.
La base de la economía mapuche era la agricultura que, según las áreas geográficas en que se ubicaban los grupos, era practicada de diferentes formas: entre los ríos La Ligua y Cachapoal, dependían de la irrigación artificial; al sur del Cachapoal y hasta el río Biobío, de la de secano, y al sur del Biobío, de la agricultura de roza.

Los ambientes en los que se desenvolvió la cultura Mapuche en Chile, permitieron el desarrollo de una agricultura en pequeña escala con cultivos de maíz, papa, quinoa, y ají entre otros.

Los instrumentos agrícolas -de muy poca elaboración- eran un palo aguzado que se utilizaba para abrir agujeros e introducir las semillas; una piedra atada a un mango para romper los terrones, y una horqueta hecha de madera para arar la tierra.

Cazaban guanacos, huemules y roedores, y de la costa lograban extraer pescados y mariscos. Poseían, además, rebaños de ovejas, pero ellas rara vez eran sacrificadas, pues se reservaban como moneda de cambio para comprar a las novias y también para obtener lana.